“A esos enanos inquietantes
que nos llenan la vida de satisfacción”
Llegó mi enanito dulce
a traerme la alegría,
llegó mi enanito en la etapa
más amarga de mi vida.
Llegó mi enanito dulce
a cantarle al corazón,
llegó mi enanito dulce
y estoy llena de ilusión.
Llegó mi enanito dulce
conquistando las estrellas
llegó y comenzó a amarme
y me fui poniendo bella.
Llegó con su mirada pura
y sus piececitos desnudos,
llegó para quedarse
a nuestro lado sin apuros.
Llegó para colmarnos
los días de desvelo,
pero mi alma ya puede
vivir sin su revuelo.
Llegó mi enanito dulce
en una noche de julio,
llegó con su cuerpo frágil
y un hombre dejó su orgullo.
Llegó mi enanito dulce
y en esta casa vive ahora,
por eso son más hermosas
todas nuestras auroras.
A mi enanito dulce
le dedico esta canción,
para que jamás olvide
que le amamos un montón.
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